Sopa frita, sopa crespa, sopa de cascabeles, sopa de alitas, sopa de ruyas, sopa de indios; comida típica colombiana del departamento de Cundinamarca, con ingredientes de la región; alitas de gallina criolla, hueso de agujas, hueso de cadera, huevos, mantequilla, cuajada, plátano, papa, fideos, torrejas o arepuelas, arroz de sopa, masa de trigo, repollo blanco, cilantro, poleo, apio, cebolla larga, ajos y sal. La base de todas es un caldo bien sazonado con cebolla larga, ajos, cilantro, el punto exacto de sal y buena sustancia de hueso de agujas o de cadera, a excepción de la sopa de alitas que lleva alitas de gallina criolla; se deja hervir el caldo hasta que ablande bien la carne.
Para la sopa frita, se fabrican unas torrejas o arepuelas a partir de harina de trigo, caldo, queso, huevo, apio muy finamente picado, cebolla también finamente picada, ajo macerado en mortero con sal, creando una mezcla suave pero un poquito espesa de manera que al verter una cucharada en aceite caliente se forma la torreja, la cual solo se deja dorar un poco por cada lado y luego se escurren y adicionan al caldo, se deja entonces hervir este caldo con las torrejas hasta que espese un poco.
En la sopa crespa, al caldo se le adiciona plátano verde el cual es cortado es trocitos muy pequeños y lo curioso es que estos trocitos son partidos con la uña del dedo pulgar con el fin de que el plátano no se endurezca, pues dicen las abuelas que el cuchillo lo endurece, también se usaba el cabo de la cuchara de palo o madera y no existía reserva alguna con el método, pues lo más importante para estas cocineras de la época era la higiene y sus manos hacían con frecuencia parte del secreto del sabor. Luego de echar el plátano a la olla se agrega una manotada de arroz, algunas alverjas, una rama de apio y zanahoria picada.
Pasando a la sopa de cascabeles, los cascabeles son tajadas redondas muy delgadas de plátano verde hartón, las cuales se fritan una a una, el sonido de las tajaditas tostadas suena como cascabeles y se agregan al caldo hirviendo, se deja cocinar hasta que este espeso el caldo y blando el plátano.
En la sopa de alitas la protagonista es la gallina criolla que se llama así porque es criada libre y se le da de comer maíz con ajos, cebolla, tomate, apio y toda cascara o semillas de verdura cruda que salgan de la cocina, de esta manera cuando el animal se está despresando crudo, sale de él un sabor a guiso criollo que hace de esta carne y especialmente de las alas un deleite al paladar. Entonces la sustancia del caldo se la dan las alitas de la gallina y se agregan solo fideos de pasta.
Sopa de ruyas con poleo, que es una hierva aromática que da un sabor muy peculiar y saludable, las ruyas salen de una masa que se elabora a partir de harina de trigo, huevos, agua y poleo en poca cantidad muy bien picado, sal, ajo, cebolla, dándole una consistencia la cual permita cogerla con ambas manos y haciendo un movimiento juntando las palmas, sacer ruyas que son como pedacitos largos de harina del tamaño de granos de arroz o en algunas ocasiones se hacen culebritas de esta masa y se echan en la olla se hierve por unos minutos y ya.
La sopa de indios se hace con esta misma masa pero cambiando el poleo por cuajada en gran cantidad y también se adiciona mantequilla, se forman deditos de masa y estos se envuelven en hojas de col o repollo blanco y se amarran con hilo, se cuecen en el caldo hasta que esté esta espesito.
Todas las sopitas especiales de las abuelas colombianas suelen servirse en cazuela de barro o en plato hondo y son roseadas con cilantro y cebolla larga, crudos y finamente picados, sin lugar a dudas el mejor ingrediente es el amor que estas mamás dan a la cocina colombiana.