Son sopas especiales porque no se encuentran en cualquier lugar, no son comida de restaurante, son hechas por las abuelas e incluso por bisabuelas, con sabor a cariño de mamá. Son ese tipo de sopita que alivia el cuerpo y el espíritu, que aparentan ser sencillas de preparar pero tienen su truquito o clave secreta que las convierte en un antojo para los sentidos y el corazón.